Primera visión (20 de abril de 1958)
Cuando yo tenía nueve años, en el apogeo de la Guerra de Corea, mi familia se
mudó al sur de Cheolwon, Gangwon-do a Gimcheon, Gyeongsangbuk-do, donde
pasé mi juventud. Allí mi padre sufrió un derrame cerebral, y mi familia gastó
todo el dinero para tratar de curar su enfermedad. Cuando yo estaba en el segundo
año de la secundaria, Yeom Gye-Woong, un amigo que tenía dos años más que
yo, me dijo que la enfermedad de mi padre se podría curar en Jeondogwan (una
iglesia evangélica). Así que el 17 de abril de 1958, toda nuestra familia se fue
a Jeondogwan de Gimcheon donde el predicador Park Byeong-gwon trabajaba.
Tres días después de haber asistido a Jeondogwan, tuve un sueño increíble. Yo
estaba en mi camino a la escuela, pero de repente el mundo se volvió oscuro. Las
nubes se reunieron una tras otra en el cielo, y una luz resplandeciente descendió
atravesando como una ficción. Cuando la luz golpeó a los estudiantes que caminaban
por la calle, ellos soltaron un chillido y se retorcieron los cuerpos al caer en
la calle y la cresta entre los arrozales. Yo estaba sumamente aterrorizado puesto
que esa luz radiante se me acercaba. Pero dentro de ella vi lo que sólo podría
describir en su momento. De hecho una persona vista de la ropa blanca que me
parecía americano venía hacia mí.
Más tarde, me enteré de que él era Jesús. Después de todo, en aquel entonces yo
no sabía quién era Jesús, así que pensé que todas las personas con aspecto extranjero
serían estadounidenses. Habían otras dos personas vestidas de blanco a su
lado. Como que yo estaba temblando de miedo, Jesús me dijo: “Estás bien. Estás
bien. Todo el mundo va a caer pero tú estarás bien”.
Cuando me desperté le comenté a mi padre sobre mi sueño y él me dijo: “Creo
que vas a ser un gran hombre en el futuro”.