Cosecha de uvas (1982)
Después de la visión de la cosecha de castañas en
1978, Dios me mostró una visión de la cosecha de
uvas en 1982. Cuando traté de recoger unos racimos
de uvas maduras, se cayeron con facilidad y
era capaz de poner en una canasta. Sin embargo, en
caso de las uvas inmaduras el intento de cosecha
sólo lastimaba las uvas y no se podía cosecharlas.
En ese momento, Dios me dijo: “¿Qué estás haciendo?”
“Estoy recogiendo uvas”, le contesté. “Mira
cuidadosamente. Puedes cortar fácilmente las uvas
maduras sin esforzarte mucho, pero las inmaduras
no se cortan fácilmente. Del mismo modo, puedes
cosechar a tus seguidores cuando estén maduros. Pero, si están inmaduros, no
puedes traérmelos aún deseas”. Enfatizó una vez más que mis seguidores primero
deben madurarse. Debido a que Dios volvió poner énfasis en este mensaje, sentía
muy presionado por mi responsabilidad de cumplir con éxito la voluntad de Dios.